Uno de los sectores donde internet ha causado un impacto gigantesco es el de las noticias. Hasta finales de la década de los noventa, los noticieros de televisión y la prensa escrita eran los reyes indiscutibles de la oferta informativa, pero la red de redes cambió ese escenario para siempre y los medios tradicionales han experimentado una transformación digital para hacerse un espacio entre las audiencias.
La facilidad (económica y logística) que ofrece internet para hacer llegar las informaciones a todo tipo de público hizo que la prensa escrita se redujera drásticamente, lo que implicó el cierre de publicaciones, disminución en el tiraje de periódicos y salas de redacción más pequeñas.
Solo en Estados Unidos la cantidad de empleados en medios impresos se redujo 47% entre 2008 y 2018, mientras la de medios nativos digitales se incrementó 6%, en el mismo lapso.
Por otro lado, desde mediados de la primera década del siglo XXI, las redes sociales son una fuente de información que cada día funcionan de manera más autónoma, relegando a los medios, incluso aquellos que tienen su sitio web o aplicación.
Todos estos cambios implican un gran reto para los medios de comunicación. Muchos de ellos se han sumergido en la transformación digital, no solo en su metodología de trabajo sino también en su modelo de negocios.
Las estrategias implementadas incluyen tener un sistema mixto en el que los usuarios pueden ver parte o una cantidad limitada de informaciones, pero luego deben pagar una suscripción. Esto suele combinarse con planes que incluyen ediciones impresas u otro tipo de promociones.
Adicionalmente se ha buscado generar contenidos exclusivos, que revelen información más detalladas basada en mucho trabajo de investigación, visualización de datos, big data o filtraciones provenientes de fuentes claves. A lo que hay que sumar un gran esfuerzo por mantener la confianza de sus audiencias en un ambiente cada vez más marcado por las noticias falsas.